Guía para fomentar el “trabajo en equipo” en las tareas de CASA
¿Sabías que involucrar a toda la familia en las tareas de casa no solo aligera el trabajo, sino que también es una oportunidad valiosa para enseñar responsabilidad a tus hijos? Y si no tienes hijos, es una excelente forma de mantener a todos activos y comprometidos.
Un estudio de la Universidad de Harvard revela que los niños que ayudan en casa se convierten en adultos más exitosos. Y es que aprender a hacer la cama, a recoger su ropa o a preparar un plato de comida no solo son actividades cotidianas, ¡son lecciones de vida!
Más allá de mejorar la convivencia, estas pequeñas tareas ayudan a tus hijos a desarrollar habilidades que los prepararán para enfrentar el futuro con más seguridad. ¿Sabías que la falta de conocimientos básicos puede generar ansiedad? Permitirles aprender estas tareas desde pequeños les da confianza y las herramientas para enfrentarse a los desafíos del día a día.
Es importante recordar que cada tarea debe ser adecuada a la edad y habilidades de cada miembro de la familia. A medida que cumplen con sus responsabilidades, no solo ayudan en casa, sino que también desarrollan un sentido de logro y confianza en sí mismos.
Aquí te dejo una lista de actividades que puedes asignar por edad, para que todos contribuyan y juntos creen un hogar más armonioso.
Niños a partir de 1 año.
- Recoger juguetes y colocarlos en una caja o cesto.
- Limpiar superficies con una toallita, aprovecha que les encanta imitar, aunque no quede perfecto, es un gran ejercicio de coordinación.
- Guardar su chupete o biberón en un lugar específico.
- Ayudar a poner la ropa en el cesto de la ropa sucia.
- Ayudar a poner los pañales usados en el basurero.
Niños de 2 a 4 años
Todas las anteriores, y… además
- Recoger juguetes y libros.
- Llevar objetos ligeros de un lugar a otro.
- Dar de comer a las mascotas (con supervisión de un adulto).
- Poner los cubiertos en la mesa.
- Ayudar a regar plantas.
Niños de 5 a 7 años
A esta edad, los niños ya pueden asumir tareas más complejas, lo que refuerza su independencia y confianza.
- Hacer su cama.
- Separar la ropa que se va a lavar.
- Guardar la ropa doblada en su cajón.
- Ayudar a vaciar el lavavajillas (objetos no frágiles).
- Poner y retirar los platos de la mesa.
- Barrer o limpiar pequeños derrames.
Niños de 8 a 10 años
Todas las anteriores, y… además
- Limpiar y ordenar su habitación.
- Cambiar las sábanas.
- Doblar y guardar la ropa.
- Aspirar áreas pequeñas.
- Ayudar en la preparación de comidas sencillas (lavar verduras, batir ingredientes).
- Sacar la basura (siempre que este en un entorno controlado).
- Regar el jardín y plantas.
- Ayudar a lavar el coche.
Niños de 11 a 13 años
- Limpiar el baño (lavamanos, espejos, etc.).
- Lavar platos o cargar el lavavajillas.
- Poner la ropa a lavar y tenderla o secarla.
- Cocinar platos sencillos bajo supervisión.
- Sacar la basura y reemplazar las bolsas.
- Pasear a las mascotas.
Adolescentes de 14 a 17 años
Los adolescentes pueden ser completamente autónomos en la mayoría de las tareas domésticas, sin embargo, debes saber que es una época que requiere paciencia ya que son pocos los que les anima colaborar en casa, pero sin duda aprender a gestionar estas tareas los preparará para la vida adulta.
- Cocinar comidas más elaboradas.
- Lavar la ropa sin que nadie se lo pida.
- Planchar ropa.
- Limpiar toda la casa (pasar la aspiradora, barrer, trapear).
- Cuidar a hermanos menores por cortos periodos de tiempo.
- Hacer compras en la tienda.
- Gestionar su propio horario de estudio y tareas en casa.
Adultos (18 años en adelante)
Aunque no lo creas son ¡el verdadero reto del asunto!
Los adultos ya deberían estar preparados para manejar cualquier aspecto de las tareas del hogar, desde el mantenimiento diario hasta la gestión financiera.
La clave no está solo en saber cómo se hacen esas pequeñas cosas, sino en realizarlas. Es precisamente la suma de estos pequeños esfuerzos lo que marca la diferencia entre un hogar tranquilo y uno lleno de estrés.
Aunque hoy tengas a alguien que se encargue de todo, es fundamental que fomentes la participación de los más pequeños en las tareas diarias.
Al hacerlo, les estarás dejando una de las mejores herencias, el valioso arte de saber HACER, y el poder de UN EQUIPO.
Si todos aportamos nuestro granito en lo simple, sin darnos cuenta construiremos algo grande…
¡Un hogar para todos!